Cuando en Noviembre presentaron la nueva PS4 y Microsoft Xbox One muchos usuarios se preguntaban si merece actualizar y lo más importante, como se verían los nuevos juegos.

De entrada, viendo la Xbox One por dentro recordaba a un Mac Pro por las prestaciones de GPU. Con este hardware avanzado los developers no tienen limitaciones en su trabajo como ocurre en OS X o iOS, y eso se ve.

Tomb Raider: Definitive Edition para Xbox One y PS4 es un claro ejemplo de lo que puedes hacer cuando tienes un aparato que da la talla.

El vídeo publicado por IGN nos compara una Lara Croft de PS3 con la nueva Lara en PS4. El cambio se nota en texturas, profundidad de campo y mucha más nitidez.

¿Cómo han conseguido estos gráficos tan espectaculares? Según nos cuenta Scot Amos de Crystal Dynamics todo está en la programación, en la capacidad del hardware y que ahora pueden mover datos en crudo, en raw sin pérdida de calidad.

Tienen un nuevo sistema de partículas que te dan más realismo al cabello de Lara y la tecnología TressFX technology.

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