Bebita
Nuev@ Applesan@
Fotografía – El Balance de blancos
Como sabes realizar una fotografía es atrapar la luz, jugar con ella y hacer que se estampe sobre una superficie fotosensible, para con ello formar una imagen.
Pero esta luz puede provenir de diferentes fuentes, es decir, puede ser la luz natural del Sol en un día despejado, o la misma luz del Sol, pero en un día nublado. O quizá estemos en la cocina de nuestra casa, y la luz provenga de un foco, o fuimos a la oficina, y las lámparas son de tipo incandescente.
Según la fuente de luz, el color de los objetos iluminados variará al ser capturados por la cámara, fenómeno que conoceremos como “Temperatura del Color“.
¿Y qué es eso?
Bueno, se trata de la temperatura a la que tendrías que calentar un cuerpo negro para que adopte cierto color, pero de eso no se preocupes, que no se ocupa saber tanto.
Balance de Blancos automático
Así pues, las cámaras vienen ajustadas por defecto para tomar las fotografías con una Temperatura del Color igual a la que proporciona la luz natural del Sol. Donde los blancos serán blancos sólo bajo ese tipo de luz. Pero como no siempre realizaremos fotografías bajo esas condiciones, cuando tomes una foto bajo luz artificial, los blancos que aparecerán en la foto tendrán otra tonalidad. Y no sólo eso, todos los demás colores también se verán afectados, por lo que es de suma importancia que el blanco de cualquier fotografía sea realmente blanco, ya que la cámara ocupa de esa información para calcular todas las demás tonalidades.
Balance de Blancos para nublados
Es por eso que surge el Balance de Blancos. Y una vez conocido lo anterior podemos deducir que se trata de hacer que los blancos en la fotografía que tomamos sean realmente blancos, para a partir de ello hacer que los demás colores también sean los reales, y se refleje así una copia fiel de la realidad.
Las cámaras digitales nos ofrecen varios ajustes predefinidos para situaciones donde la luz proviene de una fuente que no es el Sol, y con ello lograr compensar esa diferencia, logrando así blancos reales:
Tungsteno: Los focos que se encuentran en casi todos los hogares.
Nublado: Para cuando hay muchas nubes de por medio.
Fluorescente: Para interiores con este tipo de iluminación, como las oficinas.
Flash: Para cuando se utiliza flash.
Automático: La cámara determina bajo que tipo de luz nos encontramos.
Definido por nosotros: Si la cámara lo permite, podemos apuntar a una pared o hoja blanca, y así la cámara sabrá que valores tomar exactamente para los blancos. Este modo es sumamente recomendable, aunque lleva más tiempo ajustarlo.
Balance de Blancos para lámpara de tungsteno
El resumen es que con el Balance de Blancos lograremos blancos de verdad, por lo tanto, colores reales, los mismos que vimos con nuestra vista. Y para ejemplo, por si aún no me creen, les dejé 3 imágenes tomadas con diferentes ajustes de blancos a lo largo del post. Ambas tomadas bajo las mismas condiciones de iluminación, para que vean que sí afecta el tener mal ajustado el Balance de Blancos.
Como sabes realizar una fotografía es atrapar la luz, jugar con ella y hacer que se estampe sobre una superficie fotosensible, para con ello formar una imagen.
Pero esta luz puede provenir de diferentes fuentes, es decir, puede ser la luz natural del Sol en un día despejado, o la misma luz del Sol, pero en un día nublado. O quizá estemos en la cocina de nuestra casa, y la luz provenga de un foco, o fuimos a la oficina, y las lámparas son de tipo incandescente.
Según la fuente de luz, el color de los objetos iluminados variará al ser capturados por la cámara, fenómeno que conoceremos como “Temperatura del Color“.
¿Y qué es eso?
Bueno, se trata de la temperatura a la que tendrías que calentar un cuerpo negro para que adopte cierto color, pero de eso no se preocupes, que no se ocupa saber tanto.
Balance de Blancos automático
Así pues, las cámaras vienen ajustadas por defecto para tomar las fotografías con una Temperatura del Color igual a la que proporciona la luz natural del Sol. Donde los blancos serán blancos sólo bajo ese tipo de luz. Pero como no siempre realizaremos fotografías bajo esas condiciones, cuando tomes una foto bajo luz artificial, los blancos que aparecerán en la foto tendrán otra tonalidad. Y no sólo eso, todos los demás colores también se verán afectados, por lo que es de suma importancia que el blanco de cualquier fotografía sea realmente blanco, ya que la cámara ocupa de esa información para calcular todas las demás tonalidades.
Balance de Blancos para nublados
Es por eso que surge el Balance de Blancos. Y una vez conocido lo anterior podemos deducir que se trata de hacer que los blancos en la fotografía que tomamos sean realmente blancos, para a partir de ello hacer que los demás colores también sean los reales, y se refleje así una copia fiel de la realidad.
Las cámaras digitales nos ofrecen varios ajustes predefinidos para situaciones donde la luz proviene de una fuente que no es el Sol, y con ello lograr compensar esa diferencia, logrando así blancos reales:
Tungsteno: Los focos que se encuentran en casi todos los hogares.
Nublado: Para cuando hay muchas nubes de por medio.
Fluorescente: Para interiores con este tipo de iluminación, como las oficinas.
Flash: Para cuando se utiliza flash.
Automático: La cámara determina bajo que tipo de luz nos encontramos.
Definido por nosotros: Si la cámara lo permite, podemos apuntar a una pared o hoja blanca, y así la cámara sabrá que valores tomar exactamente para los blancos. Este modo es sumamente recomendable, aunque lleva más tiempo ajustarlo.
Balance de Blancos para lámpara de tungsteno
El resumen es que con el Balance de Blancos lograremos blancos de verdad, por lo tanto, colores reales, los mismos que vimos con nuestra vista. Y para ejemplo, por si aún no me creen, les dejé 3 imágenes tomadas con diferentes ajustes de blancos a lo largo del post. Ambas tomadas bajo las mismas condiciones de iluminación, para que vean que sí afecta el tener mal ajustado el Balance de Blancos.