Kalibula
Nuev@ Applesan@
El año pasado, cuando ya se daba por sentado que Apple movería ficha en el mundo de las tabletas y con Kindle ya consagrado como lector de libros electrónicos Steve Ballmer, CEO de Microsoft, subió al escenario del Consumer Electronic Show de Las Vegas para presentar la nueva Slate HP 2011, un prototipo de tableta construida sobre Windows 7 con capacidad para ejecutarel software de lectura de Amazon y funcionar al mismo tiempo como un PC completo.
Hoy, olvidada por la propia compañía que la creó, Slate es el objeto que mejor representa la frustración de Redmond con este nuevo mercado. Lenta, pesada y con poca autonomía, no ha servido para mostrar las posibilidades, si las hay, de Windows 7 en el entorno táctil. Para Microsoft, que tuvo la visión de un futuro de tabletas a principios de la década, es un duro golpe, sobre todo al ver el éxito de sus competidores.
Ayer el New York Times adelantaba que en el discurso inaugural del CES 2011 de este año Ballmer volverá a hablar de tabletas, mejorada, HTML5, Windows 7 apaisado.
El CES de 2011 va a ser sobre todo una feria centrada en este tipo de productos.
No hay ningún gran fabricante que no tenga una en la recámara y a Microsoft, le guste o no, le toca hablar de ellas.
El problema es que el mercado ha evolucionado y en este nuevo entorno Intel y Microsoft son los que peores cartas llevan. Las tabletas se están construyendo con procesadores y software de entornos móviles, no de PCs y a ello deben parte de su éxito. Al gigante de Redmond, además, no le queda prácticamente ningún fabricante exclusivo.
El morbo del discurso será ver a Ballmer hablando de la importancia de un ecosistema de “partners” y socios que puede que apuesten por Microsoft, pero que al mismo tiempo tendrán en el catálogo modelos basados en Android u otros sitemas operativos.
Vía |
Hoy, olvidada por la propia compañía que la creó, Slate es el objeto que mejor representa la frustración de Redmond con este nuevo mercado. Lenta, pesada y con poca autonomía, no ha servido para mostrar las posibilidades, si las hay, de Windows 7 en el entorno táctil. Para Microsoft, que tuvo la visión de un futuro de tabletas a principios de la década, es un duro golpe, sobre todo al ver el éxito de sus competidores.
Ayer el New York Times adelantaba que en el discurso inaugural del CES 2011 de este año Ballmer volverá a hablar de tabletas, mejorada, HTML5, Windows 7 apaisado.
El CES de 2011 va a ser sobre todo una feria centrada en este tipo de productos.
No hay ningún gran fabricante que no tenga una en la recámara y a Microsoft, le guste o no, le toca hablar de ellas.
El problema es que el mercado ha evolucionado y en este nuevo entorno Intel y Microsoft son los que peores cartas llevan. Las tabletas se están construyendo con procesadores y software de entornos móviles, no de PCs y a ello deben parte de su éxito. Al gigante de Redmond, además, no le queda prácticamente ningún fabricante exclusivo.
El morbo del discurso será ver a Ballmer hablando de la importancia de un ecosistema de “partners” y socios que puede que apuesten por Microsoft, pero que al mismo tiempo tendrán en el catálogo modelos basados en Android u otros sitemas operativos.
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