maxim
@maxim_apps
Una base espacial con paneles solares, coches de propulsión hidroeléctrica, casas de muñecas con turbinas de viento y receptores para recoger el agua de lluvia son algunos de los juguetes verdes que se han puesto de moda en Alemania, según pudieron comprobar los asistentes a la feria anual de juguetes de Nurenberg, que concluyó ayer.
El que más éxito tuvo fue una base espacial de Playmobil, llamadaE-Rangers Future Base, de la colección “Planeta Futuro”, que incorpora un ventilador que se acciona por una célula solar, y que obtuvo el Premio Especial en la categoría “Juguetes Verdes”.
La energía es una de las cuestiones claves del futuro, y estamos incorporándola en nuestro concepto de juguetes, explica Judith Schweinitz, portavoz de Playmobil.
Entre los finalistas se encontraba también el coche de juguete Innovative Eco-Power, de la empresa Buki, que incorpora dos tanques de aluminio integrados en un circuito eléctrico.
Cuando los tanques se llenan con agua salada, el circuito se cierra y el eco-coche se mueve sin generar emisiones.
Los juguetes ambientales, que ya estuvieron muy presentes en la última feria de juguetes en Nueva York celebrada el pasado año, contribuyen a que los más pequeños piensen de dónde procede la energía y cuánta puede usar, potenciando su conocimiento de las energías renovables a través del juego.
Fabricantes y minoristas creen que estos artículos tendrán un papel cada vez más importante en nuestro futuro y el de nuestros hijos.
El que más éxito tuvo fue una base espacial de Playmobil, llamadaE-Rangers Future Base, de la colección “Planeta Futuro”, que incorpora un ventilador que se acciona por una célula solar, y que obtuvo el Premio Especial en la categoría “Juguetes Verdes”.
La energía es una de las cuestiones claves del futuro, y estamos incorporándola en nuestro concepto de juguetes, explica Judith Schweinitz, portavoz de Playmobil.
Entre los finalistas se encontraba también el coche de juguete Innovative Eco-Power, de la empresa Buki, que incorpora dos tanques de aluminio integrados en un circuito eléctrico.
Cuando los tanques se llenan con agua salada, el circuito se cierra y el eco-coche se mueve sin generar emisiones.
Los juguetes ambientales, que ya estuvieron muy presentes en la última feria de juguetes en Nueva York celebrada el pasado año, contribuyen a que los más pequeños piensen de dónde procede la energía y cuánta puede usar, potenciando su conocimiento de las energías renovables a través del juego.
Fabricantes y minoristas creen que estos artículos tendrán un papel cada vez más importante en nuestro futuro y el de nuestros hijos.